¿Bambi? Descubren a ciervos que comen carne humana
Los ciervos de Texas han desarrollado un apetito por la carne humana. El descubrimiento, del todo fortuito, ha tenido lugar en las instalaciones del Centro de Investigación Antropológica y Forense (FARF) de San Marcos, Texas, mientras se estudiaba cómo los animales dejan sus marcas en cuerpos humanos.
El descubrimiento es relevante porque estos animales son totalmente hervíboros y solo les interesa la carne para extraer de ella sus componentes minerales —mayoritariamente fósforo, sal y calcio—, sin saltarse su dieta hervíbora.
El descubrimiento se hizo sin querer por los investigadores del Centro de Texas mientras llevaban a cabo otro experimento en nombre de la ciencia: para mejorar las técnicas de identificación de cadáveres, los investigadores suelen dejar en un ambiente controlado cuerpos inhertes y colocan cámaras sensibles al movimiento, de manera que pueden observar qué marcas producen los animales salvajes en los cadáveres.
No hay motivos para alarmarse: los ungulados, el grupo de mamíferos al que pertenecen los ciervos, sólo buscan huesos secos de animales muertos durante largo tiempo. Solos los carnívoros buscan restos más frescos.
También es cierto y sabido que una vez los animales se acostumbran al sabor de la carne del ser humano les resulta difícil abandonarlo: la sangre humana tiene más sal que la sangre animal y resulta bastante adictiva.