Muchas voces hablan de que el periodismo debe ser objetivo. Y estamos de acuerdo en que la información sí debe serlo; sin embargo, hay que diferenciar al reportero informativo del periodista de opinión.
- La subjetividad. El reportero se debe limitar a describir la notica, a informar los datos exactos de lo que está comunicando a la audiencia. Su labor es generar notas o cápsulas donde, en poco tiempo, dé a conocer los pormenores de una situación.
- El tiempo. El reportero, a diferencia de un periodista de radio, tiene en su contra el tiempo y los horarios. Cuando comunica una noticia, el reportero debe ser lo más conciso posible y dar los hechos sin generar un opinión que pueda resultar subjetiva o engañosa. El periodista, por su parte, puede desarrollar más ampliamente un tema y dar su propia opinión sobre un hecho.
- El lugar del reportero y el lugar del periodista. El reportero, por lo general, se ajusta al medio para el que trabaja. El periodista por su lado, casi siempre es quien impone su estilo en el medio o programa en el que labora. Por decirlo como lo diría McLuhan, el medio es el reportero, y el mensaje, el periodista.
- El estilo. El reportero tradicionalmente elabora notas informativas en un formato estandarizado que responde a los siguientes cuestionamientos: “¿Quién? ¿Dónde? ¿Cuándo?”. El periodista, por su parte, da por hecho que la audiencia ya conoce esos elementos de la ecuación informativa y trata de ahondar más en el asunto y en lo que hay alrededor del tema.
- El género informativo: El comunicador o locutor de géneros como los espectáculos, política, cine o música, puede ejercer la labor periodística con más facilidad que un reportero de otros géneros informativos científicos o de nota roja . Sin embargo, hay reporteros de música que se limitan a dar los pormenores de la salida de un disco o una gira, y por su parte quienes son periodistas de radio, TV o medios impresos, tienden a ser parte de la crítica especializada a la que no le preocupa precisamente cuándo se estrena un disco o cuando se presenta un artista, sino dar su opinión buena o mala sobre determinada obra. Esto implica subjetividad necesariamente, aunque ésta debe ir acompañada de trabajo y conocimiento del tema.