Periodista tuvo que comerse sus palabras
En tiempos de permanentes apuestas deportivas y de periodistas que vociferan y hablan de más, este trabajador de prensa tuvo que tragarse sus pronósticos. Tras vaticinar la mala campaña de un equipo de hockey de Belarús, fue obligado por sus colegas a comerse las páginas que escribió en el diario.
El club HC Dinamo de Minsk hizo una campaña sobresaliente y se convirtió en la sorpresa de la liga, lo que se contrapuso con los dichos de Viacheslav Fedorénkov, quien había vaticinado una pronta eliminación.
Por lo tanto, fue obligado a cumplir su promesa, por lo que se sentó en un escritorio y como si fuera una exquisita sopa, se comió las páginas que había publicado, ante la atenta y jocosa mirada de sus colegas.