«Lo vendí todo para ir a EE.UU. y me regresaron a Iraq»
Fuad Sharef Suleman vendió todo lo que tenía en Iraq para irse a vivir a Estados Unidos con su familia. Pero a pesar de tener visas emitidas por la embajada de EE.UU. en Bagdad, no lo dejaron ingresar al país y tuvo que regresar.
Suleman es una de las personas afectadas por la orden del presidente Donald Trump de prohibir el ingreso de personas de siete países con mayoría de población musulmana (Iraq, Irán, Somalia, Sudán, Libia, Yemen y Siria).
El hombre, su esposa y sus dos hijos fueron rechazados en un vuelo de EgyptAir, que partía desde El Cairo a Nueva York con el argumento de las nuevas normas migratorias.
Fuad Sharef, que trabaja en la industria farmacéutica, tuvo que volver a Erbil, en el Kurdistán iraquí.
«Vendí mi casa, mi auto, mis muebles. Mi mujer y yo hemos dejado nuestros empleos», contó.
La pareja tenía previsto instalarse en Tennessee, en el sur de Estados Unidos, tras haber recibido un visado de inmigración.
«Donald Trump ha arruinado mi vida», dijo, afirmando que, en un momento dado, puso «su vida en peligro por trabajar con los estadounidenses».
