¿Sabías que la voz representa el 40% de la comunicación no verbal? Ya que el tono, timbre, proyección y ritmo transmiten mucho más de lo que uno puede imaginar.
La locución en esencia sigue siendo la misma, sin embargo, como todo en la vida, dicha profesión ha estado llena de cambios, los comunicadores conforme pasa el tiempo y nuevas tendencias surgen dentro de la industria radiofónica, han tenido que desarrollarse profesionalmente y adaptarse a los nuevos cambios tecnológicos.
La locución a través del tiempo
La fecha establecida para reconocer la labor de los locutores y trabajadores de la radio en México es el 14 de septiembre, esta fecha fue implementada en 1957 por Francisco Neri Cano, Fundador de la Asociación Nacional de Locutores. Como dato interesante, dicha fecha no se oficializó hasta en la década de los 60 cuando entonces el presidente Adolfo López Mateos, designó ese día como una fiesta nacional.
La radio siempre luchó por su autonomía e independencia, las pocas radiodifusoras que existían ofrecían noticias, comentarios, música, creando historias llenas de dramatismo, así como se realizaban los primeros programas especiales hechos en vivo. La función del locutor en aquel tiempo no es muy diferente a la de la actualidad, la cual consta de conversar con la audiencia, entretenerla, enviar saludos a amigos y familiares, todo esto, combinado, por supuesto, con anuncios comerciales. Es prioritario recalcar, que la radio siempre ha superado las crisis que surgen cuando un nuevo medio de comunicación aparece; por ejemplo, cuando se creó la televisión, las emisoras sufrieron un terrible golpe económico.

Las agencias de publicidad y los comerciantes que patrocinaban a las estaciones, comenzaron a entregar parte importante de sus presupuestos a la televisión. Por lo que la industria radiofónica tuvo que amoldarse a las nuevas tendencias dando un ajuste a su programación, dejando de lado las grandes producciones: radionovelas, presentaciones artísticas de gran renombre, programas de concursos, etc., por una programación llamada la radiodiscoteca.
Lo anterior, tiene impacto en la locución, la voz firme de los orígenes y el romanticismo setentero, abrieron camino, a la voz que no atrae, sino a la ocurrencia de divertir. El estilo del lenguaje informal se hizo tendencia en el mundo de los comunicadores. Cuando años atrás el locutor era pilar y voz, así como la carta de presentación de una estación de radio, no se limitaban a hablar frente a un micrófono sino escribían guiones, pensaban en propuestas nuevas para programas y hasta investigaban sobre el rating preguntando de casa en casa sobre la estación que preferían los radioescuchas. Tan sólo, el 18 de septiembre de 1930 nació “La Voz de la América Latina desde México”, la cual formó una escuela de locutores y con ello se marcó una nueva etapa en la radiodifusión mexicana.
Los estilos radiofónicos antiguos, que independientemente de ser perfectos, nos retoman a reconocer el respeto que se le tenía a la cabina y el cuidado de las palabras de los locutores, los cuales contaban con la mayor cultura general posible. La pregunta sería si, ¿Es necesario que las personalidades al aire realicen su proceso para obtener la Licencia de Locución? La Asociación Nacional de Locutores en México pugna porque este proceso se haga realidad de nuevo, con la finalidad de que los comunicadores pasen un examen y demuestren un buen uso de la lengua, amplio léxico, conocimientos en historia, geografía, cultura general y otros que garantizaban un ejercicio informado y culto.

Pero la evolución de la locución ha dado un paso muy importante en la actualidad, anteriormente se pensaba que la radio solo era el locutor y el operador técnico, no existe una retroalimentación de la audiencia como tal, pero los medios han cambiado. Desde la llegada de las plataformas digitales y el uso de las redes sociales, se creyó que los talentos al aire perderían su empleo, ya que muchas emisoras comenzaron a implementar la automatización de las pistas musicales. Pero una vez más, la industria radiofónica demostró que no están dispuestos a desaparecer.
Ahora se tienen cámaras en las cabinas y parece ser un requisito que los programas radiofónicos se transmitan en vivo a través de las redes sociales de la misma emisora. En la actualidad los talentos al aire, más que preocuparse por el manejo de su voz, deben priorizar su marca personal y hacer cambios en su vida, así como adaptarse a la sociedad y la evolución tecnológica.