“El locutor no se puede dar el lujo de fallar”: Arturo Trujillo

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Las personas que comenzamos en la radio en provincia nos convertimos en todólogos, hacemos locución, producción, operamos, manejamos redes sociales, vendemos publicidad, organizamos eventos…

¿Fue complicado destacar en este medio siendo de provincia?

Honestamente para mí no fue tan difícil, las actividades que realizo en mi empresa actual ya las había hecho en provincia. Si te das cuenta, casi todo el personal que trabaja en medios de comunicación en la ciudad de México viene del interior de la República, somos gente muy trabajadora y apasionada.

¿De tus inicios en La Parada Show a la actualidad, consideras que la radio ha cambiado mucho?

Los formatos no han cambiado, lo que sucede es que la radio que hacemos en la ciudad de México es muy diferente a la que se hace en otras ciudades. Los formatos cambian según el lugar donde hagas radio.

Además, has sido voz institucional de muchas marcas… ¿cómo ha sido tu experiencia esta área?

Es de las cosas más bonitas que le pueden pasar a un locutor. Por ejemplo, fui la voz durante varios años de la tienda del dólar, la que tiene todo a un solo precio, seguro ya sabes cuál. Es tedioso, pero de ahí compré mi primer coche.

Además, haz hecho el crossover con Bandamax. ¿Qué te gusta y que no te gusta de ambos medios, la TV y la radio?

Lo que más me gusta de la radio es que es un medio muy noble, te acerca mucho a la gente, te conviertes en parte de su familia, pero una de las desventajas de hacer radio es que ocupa gran parte de tu tiempo, a veces no te alcanza el día para hacer otras actividades.

Además, quiero decirte que es más fácil para un locutor de radio conducir un programa de televisión que para un conductor de tele hacer un programa de radio. Si un locutor logra transmitir emociones a través de la radio, seguramente también lo logrará por medio de la tele. La tele es más lenta.

En Ke Krees además eres productor, ¿cuéntame cuál ha sido tu experiencia y satisfacciones como productor de radio?

La producción conlleva una gran responsabilidad. Tienes que estar al pendiente de los tiempos de las secciones, mandar puntual a los cortes, que las menciones pautadas se hagan en tiempo y correctamente, que el artista llegue a tiempo para la entrevista y tienes que saberte de memoria las promociones de la emisora. Pero afortunadamente me tocó un equipo muy profesional, Laura G y Rosa Concha son figuras del medio que han hecho radio por años, ya se la saben. Me han enseñado mucho, no hay día que no les aprenda. Trabajamos unidos, ese es el gran secreto.

¿Sientes que la radio está siendo desplazada por las redes sociales?

Al contrario, las redes sociales llegaron para fortalecernos. Inteligentemente los locutores hemos sabido aprovechar las redes para darle una continuación a lo que decimos al aire, Si damos una nota mandamos a los oyentes a que entren a nuestras redes a ver las imágenes o el video. Además está padre, porque la gente ya no se queda con las ganas de conocer al locutor, con solo entrar a su Facebook o Twitter y lo ve, lástima por los que somos feítos. (risas)

¿A qué retos te enfrentas diariamente en tu trabajo en la radio?

Sin duda a la competencia. México es la ciudad con más estaciones de radio en la República, si alguien te está oyendo y lo aburres lo primero que hará será cambiarle, o ¿tú crees que se iban a quedar aburriéndose contigo si tienen más de 30 estaciones disponibles para escuchar? Se dice fácil pero ese es el reto más importante de todos, mantener siempre al público sintonizándote y para eso el locutor tiene que ser muy inteligente, no se puede dar el lujo de fallar, basta solo un segundo para que alguien te cambie. Afortunadamente la Ke Buena es la estación #1 de audiencia, pero con mayor razón luchamos diariamente para seguir manteniendo ese lugar que ha costado mucho conseguir.

¿El apodo de El Mapache, de dónde viene?

Es algo muy curioso, cuando estaba en La Ke Buena de Acayucan, Veracruz, mi mote era El Potrillo, pero cuando llegué a la Ke Buena México me dijeron que necesitaba un apodo más comercial, algo que enganchara de principio. Y fue entonces cuando mi jefe “Daniel López” decidió que fuera El Mapache. Ya las ojeras me salieron después (risas)

Me comentabas que desde niño jugabas a hacer radio, ¿es el medio como te lo imaginabas?

Es aún mejor, de niño jugaba a ser locutor porque soñaba con algún día poder presentar una canción en la radio y que millones de personas me escucharan. Pero ya cuando haces radio de verdad te das cuenta que es un medio maravilloso, descubres que con tu voz puedes cambiar la vida de muchas personas, tú puedes hacer que si una persona empezó mal el día, su ánimo cambie por completo.

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