LA VENTANA CIEGA ¿Hay una crisis económica en la radio, o una nueva forma laboral?

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El cambio estructural que ha sufrido Grupo Radio Centro esta semana al contraer sus emisoras de amplitud modulada en tres frecuencias (1110 AM, 690 de AM y 92.1 de FM) ha traído no sólo uno de los sucesos más importantes del año para la industria radiofónica nacional, significa un alto en el camino para quienes profesionalmente laboramos dentro de la radiodifusión mexicana, pues Radio Centro permanecía desde hace más de cincuenta años como la empresa líder en inversión y número mayor de audiencias en el país.

Más allá de las causas que han llevado a Francisco Aguirre a realizar todo este movimiento empresarial se encuentran las coincidencias de reajuste en las plantillas base de varias empresas de radiodifusión. Grupo Imagen en el año 2016 realizó un cierre de contratos masivo a más de doscientos colaboradores fijos que laboraban para ellos, y aunque un gran número de trabajadores fueron reubicados en la empresa de Olegario Vázquez, lo cierto es que fueron muchos los casos en que conductores de noticiarios, programas y personal administrativo reencontraron trabajo en el mismo grupo Imagen, mas ya no en sus anteriores funciones, sino como reporteros, comercializadores o incluso, como colaboradores externos contratados temporalmente por proyecto.

Vivencias similares tocaron incluso a la radio pública cuando el Instituto Mexicano de la Radio transitó un reajuste similar en los últimos veinticuatro meses. Visto el recorte de las plantillas de las emisoras de radio, como sucedió en Televisa radio, Radiorama, ABC Radio, Radio Fórmula y Grupo ACIR sería lógico plantearse que hay una crisis estructural económica en la radiodifusión en México, pero antes de declarar todo este maremágnum de cambios como una crisis o un proceso de pérdidas para la radio, es prudente revisar que si bien hay tantos recortes de personal, este también ha sido uno de los periodos de reajustes tecnológicos que han vuelto mucho más benévola y accesible la inversión en la radio, pues no sólo los procesos digitales y remotos de radiodifusión con equipos más económicos y de mayor cobertura se encuentra al alcance de todos, también se ha vuelto más fácil crear radio desde una computadora, un celular o incluso, desde las redes sociales y vía streamig.

Luego, la pregunta obligada sería: ¿si no hay menores condiciones económicas, y no hay menores ganancias para los concesionarios, luego entonces por qué están cambiando las condiciones para los trabajadores de nuestra industria?

Lo primero que observamos es que si bien en los años noventa y dos mil las plantillas de trabajadores en las emisoras comerciales eran nutridos, hoy cada emisora labora con tan sólo tres personas, y en algunos casos con jornadas dobles como lo hace Toño Esquinca en Alfa y Centro 97-7. Y se ha puesto como modelo empresarial en la radio que no sólo no se contrata salarialmente, sino que ahora son los titulares de las emisiones quienes deben de conseguir patrocinadores para poder tener un programa al aire. Luego entonces, podríamos suponer que más que una crisis económica se trata de una novel forma de trabajo para los comunicadores; Lo preocupante de tanta reubicación de las empresas de radiodifusión es que el locutor ya no sólo es el presentador de canciones, hoy es además comercializador, errante creativo, generador de chambitas diversas.

La profesionalización de quienes trabajan dentro de la industria de radio se está perdiendo, y ya ni siquiera está compitiendo contra sus pares del gremio, hoy el creativo de la radio compite contra los creativos de las redes sociales, contra el número de seguidores de los influencers. Luego entonces donde debemos de poner los focos rojos es en recapacitar acerca de cómo las empresas operadoras de concesiones de radiodifusión están sacrificando la profesionalización de la radio para dar paso a los multiniveles de trabajo en la radio.

A mi juicio realmente no es que las emisoras de radio de la amplitud modulada estén muriendo, más bien se trata de un reajuste del modus operandi de los medios, sin embargo no se hace menos necesario que haya especialistas capacitados. Seguramente lo que estamos atestiguando es el nacimiento del comunicólogo tecnificado que además realiza multichambas por un mismo salario.

¡Bueno eso, eso digo yo!

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