¿Miedo a que no te hagan caso?

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En este y cualquier otro negocio, es necesario que la gente preste atención a lo que dices, sin embargo, a veces es difícil que te escuchen, especialmente si eres demasiado joven.

Es necesario que plantees una estrategia que te acerque a las demás personas sin que importe tu edad o sexo.

¿Por dónde debes comenzar?

Primero, permite a las personas que hablen de sí mismas. Eso es tan gratificante como otras actividades adictivas. A las demás personas les motiva más hablar sobre sí mismas que atender otros temas.

Las investigaciones muestran que las personas que hablan sobre sí mismas tienen mejores relaciones. Además, es el primer lazo para formar relaciones sociales. Ayuda a que ganes respeto.

Segundo, gánate a las personas con una buena introducción. Es importante presentar seguridad en todo momento, con los hombros derechos, la mirada al frente, un saludo fuerte y también una amable sonrisa. Esto demuestra que vas a poner atención a las demás personas, detalle que muestra respeto.

Tercero, la postura siempre debe ser recta. Esto, lo creas o no, influye en cómo te ven los demás. Tener los hombros y los brazos abiertos activa el sistema hormonal en una forma que te hace ver más confiable y capaz.

Cuarto, prepárate más de lo que debes. La apariencia, aunque importante, no lo es todo. Es necesario estar preparado. Muestra conocimiento en lo que haces. Si quieres que tus ideas cuenten, debes estar más informado que los demás.

Quinto, debes saber qué sucede con el mundo. Tener conocimiento de cosas del acontecer diario te vuelve en una persona mucho más interesante y, sobre todo, confiable. No dudes estar al tanto sobre tecnología, deportes y un poco de cultura pop. No está mal saber dar una opinión sobre una amplia gama de temas.

Sexto, ten una mezcla de humildad y seguridad. Necesitas confianza para que los demás te respeten, pero al mismo tiempo, debes mostrar un poco de humildad para reconocer lo que hacen bien los demás.

Séptimo, no dejes que las muletillas se apoderen de ti. La rutina o los hábitos provocan barreras que muestran inseguridad. Eso te quita credibilidad al hablar.

Estudios indican que hablar fuerte muestra inseguridad y hablar bajo, falta de credibilidad.

Ganar el respeto es clave para poder triunfar en el mundo.

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